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  • Foto del escritorJULIUX

No Game No Life: Zero (crítica y análisis con spoilers).



Ayer, día 25 de Febrero de 2018, tuve la oportunidad de ver la última y primera película del conocido anime No Game No Life: Zero. A pesar de que dicha película se estrenó en Japón el pasado 15 de Julio de 2017, en España se ha dejado ver en la mayoría de páginas de animes hace tan solo un par de días, pero ha merecido la pena esperar.


Todo comienza con una partida de ajedrez entre Izuna y Tet, el Dios Único, desconocido para ella. Él comienza a contarle una historia en dicha partida, la cual se desarrolla a lo largo de todo el filme. Evidentemente, está ambientada en el mismo mundo que el anime, pero con ciertos cambios: el mundo se encuentra totalmente en guerra, concretamente una guerra de razas, en la cual todas ellas tienen como objetivo destruir a las demás junto a sus dioses y, de este modo, encontrar un objeto que convertirá al dios de la raza vencedora en el Dios Único y Verdadero.


Como protagonistas de esta película y de dicha dicha historia también tenemos a una pareja, chico y chica, pero esta vez no son hermanos. Riku, el chico, es el líder del pequeño grupo de humanos que quedan con vida en un mundo tan caótico. Schwi, la chica, es una Ex-Machina (cuyo nombre fue concedido por Riku) separada del resto con el objetivo de entender el corazón humano. A pesar de que Schwi destruyó años atrás el hogar de Riku, este la acepta y le da a ella un corazón. Además de eso, superando los límites de la lógica de los Ex-Machina, ambos se enamoran y terminan casándose.


Riku y Schwi, juntos, deciden ''jugar sucio'', dada la desventaja de los humanos en la guerra, y engañar al resto de razas para obtener el ansiado objeto y evitar que ninguno de los dioses ya existentes se convirtiera en el dios único y lograr la supervivencia de su especie. Riku recibió mucho daño físico en varias de sus estrategias para persuadir a las razas rivales, llegando incluso a envenenarse con tal de evitar su muerte y a causa de ello terminar perdiendo un brazo, pero finalmente logró junto a Schwi preparar el escenario perfecto para la batalla final.


El plan consistía en colocar 32 artefactos en dicho escenario, con la ayuda de la magia espiritual de la Ex-Machina, que permitirían mostrar el objeto al chocar todo el poder de las razas existentes y, posteriormente, hacerse con él. Por desgracia, tras colocar el artefacto 24 por su propia cuenta, Schwi tuvo la mala suerte de toparse con Jibril (más malvada de lo que parece en el anime) para posteriormente morir en una brutal batalla contra ella.


Antes de morir consiguió completar su objetivo y reunir toda la información sobre el corazón humano, llegando ella incluso a tener sentimientos. Dicha información fue considerada de valor por todos los Ex-Machina, quienes decidieron completar su cometido y ayudar a Riku. Dado que no todos los artefactos habían sido colocados y que era demasiado tarde para terminar de situarlos, decidieron usar una de sus habilidades que consistía en copiar ataques de sus enemigos. De este modo, cuando las razas desplegaran todo su poder, podrían reproducir dicha energía en un punto (lejano a la batalla) y poder perforar la Tierra y obtener el objeto. Así se hizo, a pesar de que supuso la destrucción total de todos los Ex-Machina que participaron en dicho cometido.


Riku logró reproducir la energía de los ataques realizados por todas las razas en la batalla que se estaba llevando a cabo, perforar la Tierra y hacerse con el objeto. No obstante, cuando este fue a agarrarlo, le fue imposible ponerle una mano encima (de hecho, se le desintegró la única mano que le quedaba). Lleno de rabia, impotencia, dolor y tristeza, decidió suplicar a su dios para que se hiciera con el objeto, un brebaje, y se volviera el Dios Único. Dicho dios le había acompañado desde pequeño, en cada partida que realizaba de ajedrez, como el dios de los juegos. Sí, es nuestro querido Tet que, tras la muerte de Riku, cumple su deseo y se hace con el brebaje, volviéndose el Dios Único y posteriormente crear el mundo que ya conocemos.


Y así termina la historia contada por el propio Tet, la cual trata principalmente de cómo llegó a estar donde está y de cómo terminó la gran guerra entre razas dando lugar a la paz. Al final de la película podemos ver a Sora, Shiro, Jibril, Stephanie, y a otros pocos personajes que ya conocemos.


10/10, me ha encantado en todos sus aspectos. No es para nada igual que el anime, no todo se desarrolla mediante juegos ni en un mundo tan pacífico. Los combates son visualmente geniales, la banda sonora espectacular, la animación, la historia... Todo, de principio a fin. Me ha sorprendido muchísimo, la recomiendo sin duda alguna. Tengo muchísimas ganas de que el anime continúe, pero parece que para esto aún habrá que esperar.

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