KPop Demon Hunters: ¿es tan buena como dicen?
- SYLVERICE

- 10 jul
- 2 Min. de lectura

KPop Demon Hunters (o Las guerreras KPop, en español) es uno de los últimos estrenos que nos ha traído Netflix, producida por Sony Pictures Animation, y que no te puedes perder, especialmente si eres fan de los musicales, la animación o el K-Pop.
Nos encontramos con la historia de Rumi, Mira y Zoey, que, además de formar un grupo de K-pop tremendamente exitoso llamado Huntr/X, también se encargan de cazar demonios en secreto. Su objetivo es sellarlos a todos creando una barrera llamada Honmoon, que se forma gracias a sus canciones y al apoyo de sus fans. Las cosas se complican cuando aparecen los Saja Boys, un nuevo grupo demoníaco que intentará boicotear los planes de las Huntr/X.

Sin duda, uno de los puntos fuertes de esta película es la música. Desde canciones potentes como ‘How It’s Done’ o ‘Takedown’, hasta otras tremendamente pegadizas como ‘Soda Pop’ (realmente dan ganas de bailarla, como nos sugieren en la película) y ‘Golden’, una canción que emociona y pone la piel de gallina. Son todas canciones muy bien pensadas y coreografiadas, que además de ser pegadizas, da gusto ver integradas en la película. Como dato curioso, la estética de los personajes principales está inspirada en grupos tan emblemáticos del K-pop como BTS, Stray Kids, ATEEZ y BIGBANG en los chicos, y BLACKPINK, ITZY y TWICE en las chicas.

Y hablando de puntos fuertes, la animación no se queda atrás en absoluto. Cuenta con efectos visuales y colores súper vibrantes y bien elegidos. Es también muy expresiva: uno de mis aspectos favoritos aquí es cómo cambian constantemente las expresiones faciales de los personajes. A pesar de tener un estilo muy bonito y suave, queda claro que también pueden exagerar facciones y expresar todo tipo de emociones cuando es necesario. Esta animación está inspirada en animes y películas como Dragon Ball o Spider-Man: Across the Spider-Verse, entre otros.

KPop Demon Hunters también muestra mucho cariño por la cultura coreana, desde trajes y edificios tradicionales hasta dos de los personajes más queridos y carismáticos: el tigre y la urraca que acompañan a uno de los demonios, un guiño al arte tradicional coreano llamado Jakhodo. También están los demonios, que parecen estar inspirados en los Dokkaebi, figuras del folclore coreano. Más allá de estas, hay muchas otras pequeñas referencias que, aunque no es necesario conocer, reflejan el esmero con que se ha hecho la película.

El punto más flojo es la narrativa, que puede resultar repetitiva y predecible, aunque creo que queda bastante compensada por todos los aspectos mencionados anteriormente. Todavía no está claro si habrá una secuela, aunque creo que vendría muy bien para desarrollar algunos personajes e historias presentadas en la película.
Al contrario de lo que pueda parecer, el público que puede disfrutar de esta película va mucho más allá de los fans del K-pop o de la cultura coreana, ya sea porque es visualmente preciosa o porque es una cinta ligera y divertida. Personalmente, la recomiendo mucho si tenéis una hora y media libre y os apetece pasar un rato entretenido.
Ojalá os haya gustado esta review de KPop Demon Hunters tanto como a mí me gustó verla. ¡Gracias por llegar hasta aquí y nos vemos en la próxima!
SYLVERICE




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