Give my regards to Black Jack: tomos 5 y 6 (review sin spoilers).
- SR.URANGO

- hace 11 minutos
- 3 Min. de lectura

La aclamada serie Give My Regards to Black Jack, considerada un pilar del manga médico moderno, llega en español de la mano de Sekai Editorial. Esta edición oficial, elaborada con el esmero y la calidad característicos del sello, permite que el público hispanohablante acceda a la mirada crítica y profundamente humana que ofrece esta historia creada por Shūhō Satō.
Como bien dicen nuestros compañeros de Sekai, esta obra nos narra la vida de: "Eijiro Saito, de 25 años, acaba de terminar la licenciatura en medicina en la Universidad Eiroku". Al licenciarse, comienza sus prácticas como médico en el Hospital Universitario Eiroku cobrando una auténtica miseria por su trabajo. Saito vivirá en carnes propias la cruda realidad de la medicina japonesa y deberá intentar sobrevivir a un entorno hostil donde se valora más el beneficio económico que los valores humanitarios en el ejercicio de la medicina. Tras humillarse ante el catedrático del servicio 4 de cirugía, ¿será Saito capaz de mantener su promesa de no volver a causar problemas mientras ignora el dolor de los pacientes? ¿Qué se esconde realmente tras la tormentosa relación entre los doctores Usami y Shoji?"
Los volúmenes 5 y 6 se sumergen completamente en el servicio de oncología, uno de los campos más delicados y exigentes dentro del ámbito médico. En ese lugar, Saito se topa con una realidad que desarma cualquier idealismo anterior: decisiones éticas que son más pesadas de lo que un médico en formación debería tolerar y un sistema inflexible donde la presión asistencial, la jerarquía y la burocracia aplastan incluso a los que llevan años tratando de modificar las cosas. Estos capítulos muestran un entorno en el que la vida es extremadamente frágil y cada acción conlleva un compromiso moral que rara vez tiene una respuesta correcta.
En medio de este ambiente, la obra esboza el pasado y las motivaciones de los dos médicos que actúan como guías de Saito, mostrando pequeños fragmentos que explican sus métodos, contradicciones y las marcas que la medicina ha dejado en ellos. Las historias de ellos funcionan como un espejo para el personaje principal, que tiene que elegir qué clase de médico quiere ser mientras siente la carga de aquellos que intentaron resistir antes que él y quedaron marcados en el proceso. La tensión entre el idealismo y la supervivencia en el ámbito profesional se hace más fuerte, y la narración ilustra cómo la humanidad del joven residente comienza a desarrollarse en un entorno donde coexisten la impotencia y la esperanza.
En su totalidad, estos volúmenes fortalecen el conflicto de Saito entre la realidad y el idealismo, y lo colocan frente a un dilema en el que su vocación y humanidad comienzan a formarse verdaderamente, siempre bajo la carga emocional propia del trabajo en oncología.

Cada volumen que pasa, la obra sin duda es mejor, cierto que continuo con la idea de que no es una historia para todo el mundo, pues es bastante dura por los temas que trata y lo que esto repercute ya no solo a los personajes de esta, sino también que te plantea en la misma tesitura que el protagonista, haciéndote plantearte esos mismos dilemas morales y éticos. Independientemente de esto, la recomiendo a aquellos valientes que quieran una obra que realmente transmite ese sentimiento del que no siempre uno es conscientes.
En lo personal, tengo ganas de leerme los siguientes volúmenes ya que se quedaron a mitad del flashback del pasado de esas 2 nuevas figuras que tiene Saito como referencia en este departamento al que acaba de entrar.



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