Análisis a 'The Alters', una joya de 2025 en los juegos de supervivencia y gestión.

The Alters es un juego de ciencia ficción que combina exploración, gestión y narrativa, donde la supervivencia depende de crear, gestionar y convivir con diferentes versiones de uno mismo. Nosotros seremos Jan, un trabajador atrapado en un planeta inhóspito, en el que deberemos recurrir a los llamados alters —clones con personalidades y habilidades únicas— para mantener viva la esperanza de escapar.

Detrás de esta propuesta se encuentra 11 bit studios, el equipo polaco que ya había dejado huella en la industria con experiencias de gran carga emocional como This War of Mine y Frostpunk que vuelven a apostar por un título que no se limita a desafiar al jugador en lo mecánico, sino que lo confronta con dilemas sobre identidad, convivencia y decisiones éticas.

Si tuviésemos que condensar la experiencia de The Alters —y sin caer en grandes revelaciones, porque es un juego que se disfruta más llegando con la menor información posible— podríamos decir que se siente como un punto de encuentro entre la conexión con personas y el cuidado de Stardew Valley, la tensión estratégica de Fallout Shelter y la exploración cautelosa de No Man’s Sky. Cada una de estas influencias se integra en un todo coherente: la gestión de los alters no es un simple reparto de tareas, sino un ejercicio constante de convivencia y negociación entre personalidades diferentes; la administración de la base se convierte en un rompecabezas de recursos donde cada decisión afecta al futuro del grupo; y la exploración del planeta ofrece tanto la maravilla de lo desconocido como el riesgo de perder la partida en un segundo.

El juego te empuja a mantener un equilibrio frágil entre estas tres dimensiones, que se entrelazan de forma orgánica. No se trata solo de optimizar mecánicas, sino de entender cómo se relacionan entre sí los sistemas y las emociones. Descuidar la infraestructura puede dejarte sin recursos vitales, ignorar a un alter puede provocar tensiones que saboteen el progreso, y lanzarse a explorar sin preparación puede tener consecuencias irreversibles. En este delicado balance radica gran parte de la inmersión: The Alters convierte cada decisión, por pequeña que parezca, en una cuestión de supervivencia para toda la expedición.

Si bien es cierto que la gestión de recursos, la administración de una base y la exploración de un entorno hostil no son mecánicas nuevas dentro de la industria del videojuego, The Alters demuestra que la innovación no siempre pasa por reinventar lo conocido. Lo que consigue es integrar estos elementos de una forma cohesionada, íntima y con un fuerte peso narrativo, logrando que cada acción del jugador tenga un significado que va más allá de la simple optimización. El resultado es una experiencia que, aunque se apoya en sistemas familiares, se siente fresca, intensa y emocionalmente cargada, ofreciendo una sensación de juego que supera con creces lo convencional y se eleva como una de las propuestas más sobresalientes en el género de supervivencia y gestión.

Tras jugarlo, queda claro que The Alters no pretende revolucionar el género con mecánicas nuevas. Su verdadera fuerza reside en cómo dota de alma a mecánicas ya existentes, envolviéndolos en un tono personal que convierte la supervivencia en algo más que un desafío. La relación con los alters, más allá de lo mecánico, genera un vínculo auténtico con personajes que son, en última instancia, distintas facetas de uno mismo.

La obra de 11 bit studios puede ser un poco exigente, pero también muy humana. Consigue que un juego de ciencia ficción sobre clones y supervivencia se transforme en una reflexión sobre identidad, convivencia y resiliencia.