Fujimoto, autor de Chainsaw Man y Fire Punch, así como de unos cuantos "one-shots", ha vuelto a la escena del manga tras unos meses de acabar la primera parte de su obra magna. Naturalmente, el mundo otaku lo ha celebrado; no solo por el regreso del maestro del momento, sino porque nos ha dado otra perlita para el medio que ha encantado a todo fanático de sus obras (y a los que no lo son tanto).
Look Back nos cuenta la historia de un dueto de mangakas que empezaron a hacer sus pinitos en su periódico escolar, una destacando en la historia y otra en el dibujo de fondos y en el arte. Al cabo del tiempo, ambas deciden trabajar codo con codo para entrar en la industria del manga, complementándose entre ellas para poder lograr avanzar en el mundillo. Puede parecer que la trama es Bakuman pero sin el tema de sueños y amoríos, pero Fujimoto sabe que su público busca en sus obras más que un entretenimiento (y me encanta Bakuman, no quiero desprestigiarlo ni nada); sabe que queremos personajes realistas y, a primera vista, simples que conecten con nosotros... y lo vuelve a lograr.
El one-shot nos cuenta una amistad perdida entre dos amigas que pretenden ser mangakas, mostrando cómo se conocen como rivales, por lo menos desde el punto de vista de la protagonista, hasta el funeral de una de esta. Fujimoto nos enseña las vivencias de ambas juntas, a modo de flash-back, para que entendamos el dolor de perder a alguien querido con el que hace tiempo que no te relacionas por pequeñas riñas; habla de tristeza, pero en su último panel da una ligera esperanza tras esto (algo tradicional en el autor, sus dos series publicadas están llenas de mierda hasta las trancas pero mantiene una esperanza al final de estas, sus personajes pueden ser felices a futuro o inmediatamente). Junto con el diálogo de la obra, los paneles y dibujos, además del movimiento de los personajes que encontramos en estos, transmite muy bien lo que sienten estas dos artistas mostrando, así mismo, una evolución en la obra de este mangaka (alcanza un nivel superior, es un grande).
Por último, os ORDENO leer este one-shot. Son cinco minutos de vuestra vida que disfrutaréis encantados, algo irrepetible. Fujimoto volvió con otra obra maestra (puede que su mejor) a escena.
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