Tras más de 5 años de espera, la saga de juegos de lucha 2D, BlazBlue, ha puesto sobre la mesa un nuevo título con el que sorprender a sus fans. Pero esta vez las cosas han cambiado. Ni se trata de un juego de lucha, ni está desarrollado por la confiable Arc System Works.
91Act, la nueva desarrolladora sobre la que recae el peso de levantar el hype de la franquicia, ya había trabajado en anteriores entregas como BlazBlue: Revolution Reburning, un juego para smartphones que pasó sin pena ni gloria. Cuando se trata de Blazblue, es muy difícil contar con una buena acogida fuera de los títulos principales. Frente a estos datos, la respuesta de la desarrolladora china no ha sido otra que arrastrar a parte del elenco de la saga y adaptarlos al género roguelike. Y para qué mentir, funciona a las mil maravillas.
¿Por qué funciona?
Existen varios factores que transforman BlazBlue: Entropy Effect en un título recomendable, pero si se debe destacar uno en concreto, me quedaría con el control del personaje. Cuando nos enfrentamos a juegos difíciles en la era del gaming moderno, gran parte del desafío recae en cómo logramos que la movilidad de nuestro personaje deje de ser un obstáculo. Tomad como ejemplo Dark Souls, el cual hereda la esencia de títulos como Monster Hunter que presenta un movimiento mucho más limitado que el de nuestros enemigos para otorgar mayor énfasis en la mecánica de esquivar. BlazBlue: Entropy Effect busca ser difícil obligandote a ser el elemento más rápido en pantalla. Debes tener ojos para todo en cualquier momento si quieres llegar a lo más alto, creando una curva de dificultad que recompensa gratamente al jugador. Con la práctica necesaria, dará la impresión de que estamos realizando un speedrun del juego.
El frenetismo que presenta cada uno de sus niveles no hará pasar desapercibido un apartado gráfico que, pese a no ser tan carismático como el de muchos otros nuevos juegos indie y triple A de los últimos años, presenta unos modelos de enemigos y personajes jugables detallados que acompañan, tanto a la estética del escenario, como a las exigencias de la jugabilidad mediante múltiples avisos visuales y sonoros además de llamativos colores.
La capacidad que tiene Entropy Effect de generar partidas que se sienten siempre únicas y diferentes a la anterior es uno de sus principales puntos fuertes. A la hora de iniciar la partida, se nos presentarán 9 personajes (se incorporarán más con el tiempo), cada uno con un estilo único para enfrentar a sus enemigos. Según vayamos superando niveles, conseguiremos mejoras básicas que se presentan aleatoriamente y que pueden cambiar drásticamente la forma en la que nos enfrentaremos a los jefes; desde invocar sombras que atacan cuando realizamos maniobras evasivas, hasta generar orbes eléctricos que giran a nuestro alrededor para forzar un combate más cercano. Existen miles de combinaciones con tan solo elegir un personaje, algo que puede llegar a resultar abrumador si queremos llegar a dominar cada uno de ellos.
Llevo esperando una nueva entrega de lucha 2D de BlazBlue que me satisfaga desde la salida de Central Fiction. Desde el primer contacto con la franquicia se convirtió en mi saga favorita y es algo que difícilmente cambiará. Que sea capaz de adaptarse al género roguelike y poder divertirme tanto como si jugase a una de las entregas principales es algo que jamás habría previsto y que lo ha hecho convertirse en mi lanzamiento favorito de 2023, un año plagado de grandes nombres para el gaming.
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