Hace varios meses, gracias a MBG1406, me enteré de que una de las series de mi infancia, Zatch Bell (Konjiki no Gash!!), iba a tener una secuela en manga. De repente, publicaron el primer capítulo de forma digital y me puse a leerlo. Rápidamente se vinieron a mi cabeza flashbacks de los mejores momentos del manga y el anime de Zatch y, nostalgias aparte, empecé a pensar también en si esta continuación de la historia podría merecer la pena. Y de eso os vengo a escribir hoy; aparte, claro está, de mis impresiones.
AVISO DE SPOILERS DE LA OBRA.
Tras la batalla por el trono del mundo mamodo en Zatch Bell, en la que 100 niños del mundo mamodo lucharon entre sí, nuestro prota favorito, Zatch, es coronado rey de su mundo. Se supone que los días de paz habrían llegado con el reinado de Zatch, sin embargo, al inicio de esta secuela, se nos presenta a varios mamodos que están robando conjuros a otros de su especie, metiéndolos en un frasco para poder usarlos. Ante esto, dos niños mamodos, Zelie y Olmo, huyen de estos malvados, llegando así al mundo humano. Están apunto de ser derrotados hasta que de repente aparece el compañero del Rey Mamodo, Kiyomaro Takamine, el Hombre, la Leyenda.
Nos presentan a un Kiyomaro más mamadísimo que nunca, ya de más adulto, que hace frente a un mamodo bestia de casi 3 metros y con el triple de fuerza. Gracias a la determinación de Kiyo, los niños indefensos logran escapar y son acogidos en una escuela de niños en Egipto, donde están actualmente.
Ya de primeras, el manga empieza fuerte y te deja con la duda de… ¿Dónde estará Zatch? Siendo ahora el rey mamodo y habiéndose producido ataques hacia mamodos, tendrá que intentar solucionarlo. Y justo eso viene en uno de los últimos capítulos que salieron, en el que Zatch acude a ayudar a Kiyomaro en una batalla que, como seguidor de la obra desde pequeño, me flipa en todos sus aspectos; sin quitar importancia asimismo al nuevo diseño de Zatch, que me parece muy bonito y estético.
En cuanto al dibujo, Makoto Raiku, el mangaka de la obra, mantiene su estilo que le caracteriza e incluso creo que mejora, aunque es muy similar a cuando estaba en publicación la primera parte, entre los años 2001 y 2007. Sobre todo en cuanto al diseño de personajes, se nota que esto es Makoto Raiku al 100%, ya que alguno de ellos me recuerdan a varios de los primeros mamodos que se enfrentan a Zatch al principio de la obra; como el que ayuda a Zelie y Olmo a escapar en el primer capítulo, que para mí tiene un aire a Reycom, el mamodo del hielo (de hecho utiliza un conjuro parecido de los que tiene guardados en los frascos).
Sin embargo, lo que más me gustó fue ver pelear a Kiyo y Zatch. Es increíble cómo se siguen compenetrando así de bien, utilizando el ingenio siempre para sobreponerse a los obstáculos, y me gusta que el autor siga manteniendo esa esencia en las batallas y esa magia que tenía el manga (y anime) de Zatch Bell desde sus primeros capítulos.
Por otro lado, también me parece bueno recalcar el hecho de la intriga que se transmite al lector por saber qué ha ocurrido con los demás personajes. porque si, debido a que han pasado varios años, Zatch está muy cambiado, es adolescente, al igual que otros mamodos míticos como Kanchome, al cual le podemos ver ya en el capítulo 8. Además, se sabe que parece que Zeon y Zatch están ahora compinchados, y estoy deseando verlos juntos en la misma página; al igual que a Sherry y Brago. Lo que más deseo en verdad, es ver a estos tres mamodos (Brago, Zatch y Zeon) haciendo team up; que viendo la pinta que tiene el manga ahora, no parece nada descabellado y puede estar muy bien metido.
En el capítulo 8, vemos que Zatch le habla a Kiyo acerca de Kanchome, y de cómo ha cambiado, y de repente nos llevan a un concierto en el que está Folgore, “el Invencible”, “el Hombre de Hierro”. Es en este capítulo en el que conocemos a Konsome, el hermano pequeño de Kanchome, que ha sido enviado por este a buscar a Folgore, para así alejarlo del peligro que suponen los nuevos “ladrones de conjuros”. De este modo, nos encontramos con Kanchome, el cual ha dado bastante el estirón, y además está siendo perseguido por los malos y, cómo no, huyendo y escondiéndose de ellos con sus poderes (Kanchome siendo Kanchome xD). A pesar de ello, es encontrado, y recibe ataques del mamodo enemigo hasta que aparece el hombre, la leyenda… PARCO FOLGORE EN TODO SU ESPLENDOR. Llega así para salvar a su antiguo compañero en la escena más épica que nos han mostrado en estos 8 capítulos, entonando el temazo que todos cantábamos de “Invencible Folgore, hombre de hierro Folgore, valiente y fuerte Folgooore…” En resumen, una sacada de capítulo en toda regla, solo por volver a ver a estos dos personajes y de esta forma. Espero que Makoto Raiku nos dé más cositas así en un futuro.
Finalmente, creo que esta secuela tiene mucho potencial y que puede ser digna de la primera parte de Zatch Bell, aunque aún no se si llegará a superarla. Sin embargo, pese a llevar solo 8 capítulos (debido a su mensualidad), ya ha conseguido levantar mi hype y el interés por esta obra, al igual que seguramente otras personas que leen el manga, y que la mayoría serán fans de Zatch Bell de antes. Creo que el autor está poniendo cosas que pueden ser interesantes, como el hecho de que los malos hayan robado conjuros de otros mamodos que ya conocemos, además del tema de Zatch siendo el rey, que el autor puede aprovechar bien en un futuro. De momento, estamos volviendo a ver a personajes míticos como Kiyomaro, Zatch, Folgore o Kanchome, introduciéndonos también a los nuevos, y yo estoy muy dentro de esta inesperada secuela de una de las series que más me molaban de crío.
Y eso es todo gente, espero que os haya gustado el post y, sobre todo, que os haya retrotraído un poco a vuestra infancia y a los grandes momentos de la serie. ¿Volveremos a ver a Brago, a Ponygon y a los demás mamodos…? Lo sabremos pronto, amigos.
¡Que la fuerza de Mantis Religiosa Joe os acompañe!
SR.PUERTA
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