Aprovechando que hace unos días fue el aclamado “may the 4th” con la correspondiente carga de novedades, voy a dedicar esta entrada al último comic de la fase I de la Alta República que nos falta por reseñar en este blog (sin contar que aún falta el manga Al filo del equilibrio, cuyo segundo volumen verá la luz en castellano el próximo mes de junio y del que prepararé un post dedicado a ambos volúmenes).
Vayamos al grano, estamos ante un cómic puramente “policiaco” siguiendo la investigación conjunta del maestro Jedi Emerick Caphtor y la detective privada Sian Holt. Todo comienza con la misteriosa muerte del maestro Loden, convertido en ceniza por un nivelador (criaturas que se alimentan de los seres sensibles a la Fuerza). Stellan pide a Emerick que investigue lo sucedido aunque las pistas sean escasas, siendo una recurrente canción “shrii ka rai ka rai” una de ellas. Por su parte, Holt está en un caso siguiendo a un antiguo compañero, Keefar Branto, pero que no tendrá más relevancia porque acaba muriendo a manos de un tarnab llamado Arathab Fal, el cual la deja malherida.
Poco después, la canciller Lina Soh convoca a ambos protagonistas para decirles que sus casos están conectados y van a tener que trabajar juntos. Al parecer, un alto cargo de los Nihil quiere sacar en el mercado negro un arma capaz de acabar con los Jedi y la República y el contacto del vendedor es Arathab, con quien Keefar (que ahora sabemos que era agente encubierto de la República) iba a reunirse.
A partir de ahora, ambos protagonistas seguirán diferentes pistas que les llevará a descubrir que el “alto cargo Nihil” es Kisma Uttersond, el doctor chadra-fan al servicio del Ojo encargado de mantener a Mari San Tekka con vida. Mediante otro agente de la República, Beesar una chadra-fan que se infiltra en la nave de Uttersond cuando este visita a su familia en Chad, los protagonistas encuentran y abordan la nave del nihil. Cuando Emerick se dispone a poner bajo custodia a Uttersond, este abre la mirilla de uno de los contenedores, en cuyo interior hay un nivelador. Naturalmente, esto deja fuera de combate al Jedi, que es salvado de la muerte gracias a la doble intervención de Beesar y Sian, quienes hieren de gravedad al recién aparecido Arathab y ponen en custodia a Uttersond.
Con el prisionero ya en la nave, los protagonistas ponen rumbo al Faro Starlight solo para descubrir cuando llegan que está en llamas. En ese momento Uttersond confiesa que el convoy que comandaba cuando los protagonistas le abordaron era una segunda oleada de niveladores para atacar el faro y les entrega un trozo de pergamino que supuestamente pertenecía a un Jedi de hace muchos años. Uttersond les dice que “shrii-ka-rai” significa “las que se comen la Fuerza” y es uno de los nombres con los que se conocen a estas criaturas y que su intención era venderlas en el mercado negro para sacar suficiente dinero como para desaparecer y olvidarse de todo el mundo.
Conforme se acercan a la estación espacial, esta se parte y deciden abordarla igualmente para descubrir mas información sobre estas criaturas. Una vez dentro de Faro Starlight, Emerick se encuentra con el maestro Torban Buck, el caballero Qort y unos cuantos padawans. Mientras los padawans suben a la nave, Emerick, Qort, Buck, Sian, Uttersond y Beesar se adentran en la estación con la intención de recabar datos de la criatura.
Emerick ordena a todos que se queden en la retaguardia salvo a Sian, que le seguirá y ayudará a mantener la cordura para hacer frente a este enemigo. El enfrentamiento acaba cuando Uttersond tira un detonador termal (robado a Beesar) a la criatura acabando con ella.
Tras esos instantes de confusión, Uttersond desaparecerá (no se sabe si muere o no) y el resto de protagonistas volverán a la nave con información valiosa sobre estas criaturas. En concreto, un trozo de garra y una gran cantidad de sangre sustraída de la túnica del maestro Buck, el cual, en ropa interior, vuelve a adentrarse en la estación al considerar que su misión no ha terminado (se desconoce su estado, aunque se le da por muerto).
Sin duda estamos ante un cómic plagado de emoción y acción que recorre gran parte de los últimos acontecimientos de la Fase I. A parte de presentarnos a dos nuevos personajes, bien construidos ya que especialmente Emerick es más “humano” que Jedi, aparecen caras conocidas como la citada canciller Soh, Stellan Gios, Avar Kriss, Keeve Trennis, Cerec, Terec, Torban Buck, entre otros. Igualmente, se ofrece más información sobre las criaturas las que se enfrenta la orden Jedi, algo de agradecer debido a la escasa información desvelada sobre estos temibles enemigos.
En definitiva, una lectura más que recomendada.
Un saludo y que la Fuerza os acompañe
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