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One Step From Eden, la locura hecha Roguelike (análisis).



Desde que The Binding of Isaac se convirtió en un representante de los juegos indie, el aumento del género “Roguelike” se ha convertido en una realidad que, pesé a no causar un impacto directo, ha logrado ganarse un hueco en la industria del videojuego. El grindeo y la dificultad son dos componentes esenciales que han permitido que este género triunfe. Si le sumamos la norma general de solo contar con una vida, y la capacidad de adaptarse a múltiples estilos de gameplay, las posibilidades de encontrar un título que nos guste son bastante altas.


One Step From Eden contiene todos y cada uno de los elementos anteriormente mencionados para triunfar, sin embargo, su característica clave es un arma de doble filo que lo separa de sus competidores y del público casual. No, no es por la dificultad, que es bastante alta, sino por la mezcla de estilos que generan una experiencia demasiado frenética para el jugador promedio a medida que la aventura progresa. En otras palabras, estamos ante el resultado de combinar Touhou, Slay The Spire y Megaman Battle Network.


Sin más demora, pasemos a hablar con mucho más detalle sobre todos los componentes que convierten a este título de 2020 en una joya oculta capaz de aportarnos una experiencia única y desafiante.


Ocho Héroes, una misma misión.


La guerra ha devastado por completo el mundo tal y como lo conocemos, tan solo queda el EDEN, la última esperanza para la humanidad. Armados con infinidad de artefactos ingeniosos y letales, ocho héroes (unos más que otros) se abrirán camino entre la competencia para alcanzar dicho lugar a cualquier precio.



SAFFRON