El pasado fin de semana, el día 11 de Noviembre de 2017, tuve la oportunidad (y la suerte) de asistir a la Héroes Cómic Con en el IFEMA (Feria de Madrid). Lo primero que me ha sorprendido de este evento es el hecho de que se agotaran las entradas por Internet, aproximadamente unas dos semanas antes de su celebración, cosa que rara vez sucede y, cuando lo hace, no es con tanto tiempo. Esto causó que tuviera que comprar las entradas allí y, por tanto, madrugar. El evento comenzaba a las 09:00, una hora antes de lo que lo suelen hacer, con una duración de 12 horas hasta las 21:00. Ese es un punto a favor, una horita más no esta nada mal. Yo me levanté a las 05:00 ya que, además de desayunar, vestirme, etc., tenía que ir en metro hasta allí, lo cual me lleva poco más de una hora. Quería estar allí a las 07:00, dos horas antes de la apertura del evento, pero al final por unas cosas u otras acabé llegando a las 07:45. Eso no resultó un problema, ya que realmente no había mucha cola, de hecho, había menos de la que me esperaba. Había una fila única, no se compraban las entradas en las taquillas, una vez dentro del recinto la fila se dividía en dos; una para las personas que llevaban su entrada ya comprada y otra para comprarla allí. El precio de la entrada era 3 euros más cara que en Internet, lo normal en todos los eventos. Ponían a la gente una pulsera para poder acceder al único pabellón que tenía este evento, lo cual deberían hacer más, ya que es más cómodo que tener que sacar la entrada para enseñarla.
Una vez dentro del pabellón en el que se celebraba el evento, lo primero que se aprecia es lo pequeño que se queda que sea solo uno para llevarlo a cabo. A pesar de eso, estaba todo muy bien organizado y distribuido por zonas, o por pasillos más bien; estaba la zona de artistas individuales que querían dar a conocer o vender sus obras, otra para las conferencias, la zona donde podías realizar distintas actividades (realidad virtual, realidad aumentada, probar videojuegos, dibujar en una pantalla... etc.), los típicos stands para hacer merchandising, una parte para las editoriales y tiendas de venta de libros, una zona para comer (especialmente bien organizada) con food trucks y bastantes mesas para sentarse (cosa de la que carecen otros eventos), la zona del escenario principal, una destinada a firmas de gente famosa... Como he dicho, estaba bien organizado y resultaba cómodo moverse por allí con facilidad. A lo largo del post iré contandoos más sobre las actividades que habían.
Primeramente me dirigí a probar una experiencia en realidad virtual que promocionaba la película de "La Liga de la Justicia". Aprovechando que acababa de entrar y que no había mucha cola, no me supuso perder mucho tiempo esperando. Al terminar me dieron a elegir una chapa de uno d elos personajes de la película y, además de eso, podías coger tatuajes (de los que se ponen con agua) de los símbolos de dichos personajes en el "mostrador" (por llamarlo de alguna manera) de esa zona. También podías hacerte una foto con un croma de fondo en el que aparecían todos los miembros del equipo junto a ti, para posteriormente introducir en una tablet tu correo electrónico y recibirla al instante. Por último, tenían expuestas figuras (o estatuas más bien, ya que eran a tamaño real) de los personajes de la película para también poder hacerte una foto con ellxs.
Después de eso estuve dando una vuelta por los diferentes puestos, viendo lo que tenían y haciendo fotos a todo lo que podía (lo típico), echando un ojo a toda la distribución que os he contado antes. Llegué al stand de FOX, que estaba destinado a la promoción de "The Walinkg Dead". Allí había una torre de vigilancia rodeada de una verja, en la cual se encontraba un caminante (zombi) que gritaba a la gente que se acercaba a él. Dentro de la misma verja había una chica maquillando a la gente; podía hacer parecer a una persona que estaba demacrada o hacerla diferentes heridas. Yo opté por la primera opción, estuve maquillado gran parte del día (esto sería sobre las 10 de la mañana aproximadamente). Si te hacías una foto dentro de la verja y la publicabas en las redes sociales, te daban un poster gratis (bastante grande de hecho, lo cual no está nada mal).
Tras eso seguí con mi recorrido, echando un vistazo a todo lo que había. Llegué a una zona que estaba a un lado del pabellón; a ambos lados había una especie de "extensión" que otorgaba algo más de espacio. El lado izquierdo, al que fuí, estaba destinado principalmente a actividades relacionadas con Star Wars. Allí estaban practicando Ludosport, combates y duelos con sables láser. Es una actividad, que realmente se considera un deporte, a la que quiero apuntarme desde hace tiempo y de la que hablaré más detenidamente en otro post. Por ello, quería probar allí para ver qué tal era, pero al preguntar me informaron de que todas las clases de prueba, que daban a lo largo de todo el día, estaban reservadas. Se notaba que era una actividad que llamaba la atención de los asistentes al evento, algo nuevo que hacer y en lo que participar. Al lado de esa misma zona, había un stand de venta de sables láser (ya sean de colección o para combatir), en el que podías informarte un poco de cómo era el material necesario para la actividad. A parte de todo eso, podías hacerte un montón de fotos con gente que había disfrazada de personajes de Star Wars por allí (se notaba que la zona estaba destinada a eso), incluso un cañón láser en el que podías posar junto a Darth Vader para sacarte una foto de recuerdo. También había un ring en el que estuvieron haciendo distintas actuaciones (combates, bailes, etc.) a lo largo del día.
Llegó un momento en el que empezaba a cansarme del maquillaje que me habían puesto anteriormente (y eso que a penas llevaba dos horas), ya que en las fotos que me hacía no salía precisamente bien, ni mucho menos parecía un zombi. De hecho, parecía que me había caído de bruces contra el suelo (es decir, estaba horrible). Primeramente me quité todo lo que tenía por debajo de los labios, ya que era lo que peor quedaba, pero cuando llegué a un stand en el que podías probar el juego de 'Spiderman Homecoming' para realidad virtual (PS4), tuve que quitármelo definitivamente para ponerme las gafas y así poder jugar. La experiencia increíble, la verdad es que es la primera vez que pruebo las gafas de Sony y me ha sorprendido la jugabilidad que tienen y lo cómodas que resultan. En definitiva, el maquillaje estaba bien para sacarte un par de fotos y ya está.
Llegaron las 12:00, era la hora a la que empezaban las firmas de la gente famosa que había acudido al evento (ahora empieza la parte mala del evento y la dura crítica al mismo), que se llevaba a cabo en la "zona expandida" en la derecha del pabellón. Acudían celebridades como Frank Miller (al que, aunque no sé por qué, no tuve oportunidad de ver), Lena Headey (quizás la más solicitada después de Frank, dado que es una conocida actriz de la serie Juego de Tronos), Stefan Kapicic, Jenna Coleman, Ingvild Deila... Etc. Por desgracia, no era tan fácil como acercarte y hacerte una foto con ellxs, o entregar una hecha ya para que te la firmen. De hecho, estaba prohibido (a riesgo de expulsión del evento) sacar fotos de ningunx de ellxs desde la zona vallada o desde la fila. Ni siquiera podías sacarte un selfie, lo cual indignó bastante a la gente. No obstante, esto no es lo peor de todo; para hacerte una foto o tener una firma tenías que pagar, solo por ello, entre 35 y 45 euros (dependiendo de la persona). En mi opinión (y creo que en la de todos los que asistieron al evento) es un precio excesivo para tan solo un minuto, si acaso llegaba a un minuto, en el que en algunos casos ni siquiera miraban a la cara a la quien había pagado tal precio por tener una simple foto que te daban hecha ya de dicha celebridad con su firma. Nada de sacártela tú con ellxs, ni de un abrazo o dos besos, en algunos casos ni siquiera dirigían la palabra. No era el caso de todxs lxs famosxs, pero muchxs de ellxs tuvieron un comportamiento un tanto pasivo, borde y desagradecido hacia sus fans (a los cuales les deben estar donde están). A personas como mi novia, con la cuál asistí a este evento también y que tenía un montón de ganas de conocer a Lena Headey, esto les cabreó bastan (lo cual es completamente normal y comprensible). Estaba bien organizado, pero esa fué la peor cara de todo el evento. Yo no tenía ningún interés en nadie que no fuera Frank Miller, pero no por ello se iban a librar de mi crítica hacia todo esto. Esperemos que para el año que viene piensen un poco en que para ganar más dinero podrían ponerlo más barato y que esto mejore a como debería haber sido realmente, para el gusto y satisfacción de todo el mundo.
Tras dejar de lado la indignación por la anterior situación y reponer fuerzas comiendo (bastante pronto, a las 13:30, dado había madrugado) continué con el recorrido. En las primeras cinco horas de evento, entre todo lo que he contado que hice y pude ver, realmente no vi más de la mitad de todo lo que había allí en lo que a stands respecta. Continué echando un ojo a los puestos, a dibujos que había hecho la gente, informándome sobre distintos temas, conociendo historias originales que habían escrito algunos autores que estaban por allí... Simplemente pasando el rato, asegurándome de que no me quedaba nada por ver. También probé una experiencia con gafas de realidad aumentada (es distinta a la realidad virtual, hablaré de ello en otro post), que a decir verdad no me acabó de convencer. A mí no me resultó cómodo, pero en cambio había personas (como mi novia) que le pillaron el truco enseguida y les resultó muy sencillo manejarse con las gafas puestas. Debo practicar más, no me gusta quedarme atrás. Me sorprendió bastante que había muchos puestos y stands en los que se encontraba a cargo una persona extranjera (principalmente de habla inglés), en esto se notaba bastante que este evento tenía más importancia y presencia internacional que otros también relacionados con el mundo del cómic.
Terminé yendo otra vez a la zona donde hacían Ludosport, por lo que pregunté si tenían algún hueco libre (por gente que al final no haya ido por diferentes motivos) y, por suerte, sí que lo había. Serían aproximadamente las 16:00, la hora que me dieron para la clase era a las 18:00. ¿Qué hice en esas dos horas? Pues veréis, por la mañana, en la cola donde estaba esperando a que me maquillasen en el stand de FOX, vi a un chico con un póster de la nueva serie de Netflix (Defenders, de Marvel) y cromos de la serie Stranger Things, también de dicha compañía. Le pregunté dónde había conseguido todo aquello, a lo que me respondió que lo daban gratis en su stand (el cuál se ve nada más entrar por la puerta del evento), por lo que fuí allí. Las condiciones eran similares que para obtener el poster de The Walking Dead; debías hacerte una foto en un espacio (con fondo) que tenían para eso, publicarla en las redes sociales y así recibir tanto el póster como un paquete de diez cromos por cada persona que hubiese publicado dicha foto. La colección completa estaba compuesta por diez cromos, que eran los mismos que te venían en un sobre, es decir, te podía tocar el mismo cromo repetido has cinco veces en un solo sobre. Si completabas la colección (y únicamente si la completabas), podías entrar en un sorteo de Netflix en el que reparten hasta 500 premios diferentes, todos ellos sorpresa. ¿Adivináis que hice las dos horas que quedaban hasta mi clase de Ludosport? ¡Exacto, completar la colección! Es literal, estuve dos horas únicamente en el stand de Netflix hasta que pude completarla. Cambié mis cromos repetidos con los de mi novia, lo que hizo que tanto a ella como a mí nos faltasen únicamente dos para completar la colección: el número tres y el número once. Especialmente este último era muy difícil de conseguir y raro de ver, ya que era el que contenía el código que decías introducir para poder participar en el sorteo. La colección tenía diez cromos en total, pero no había número diez. Esto se debe a que el cromo número once hace referencia al nombre del personaje que se ve en él, que se llamaba Eleven (once en inglés). Estuvimos las dos horas esperando a que la gente se hicieran fotos y recibieran sus sobres para intercambiar nuestros repetidos por los suyos, confiando en que saliesen los dos que nos faltaban a ambos. Creo que es evidente que, si estuvimos allí tanto tiempo, no tardamos precisamente poco en completar la colección. Primeramente, mi novia consiguió que le cambiaran al número tres (Dustin), por lo que solo la faltaba el once. Después conseguí yo ese mismo número, eso cuando llevábamos aproximadamente cincuenta minutos allí. En resumen, estuvimos más de la mitad del tiempo que pasamos allí solo para hacernos con Eleven, el como más difícil de conseguir. ¿Cómo lo conseguimos? Pues bueno, el primero en hacerse con él fui yo, es una anécdota bastante graciosa que contar. Ya había pasado una hora y media, estaba un tanto harto de ver a gente abrir sus sobres y no encontrar el cromo que me faltaba. Decidí ponerme en modo estratega, es decir, hacerme una segunda foto. En principio solo se podía una por persona, por lo que para poder hacerme la segunda me puse la capucha de la sudadera que llevan, una chaqueta y la careta del youtuber Willyrex, la cual llevo a todos los eventos. La chica que estaba en el stand haciendo las fotos y repartiendo tanto posters como sobres de cromos (la cuál también estaba algo y harta de mi novia y de mí por llevar dos horas persiguiendo a la gente), no me reconoció. Me hice la foto, en una pose épica para ese momento y lo bien que me había salido la jugada, la publiqué en Instagram y recibí mi sobre de cromos. Después me fuí a un lugar apartado junto a mi novia, para que la chica no me viera quitarme la careta, abrí el sobre y... ¿Adivináis cuál era el primer cromo que se veía, el cual estaba encima de todos? El número 11, Eleven. La suerte que tuve fué increíble, tanto como el grito que di de alegría o como la desesperación que tenía por hacerme con él, además de lo gracioso que resultó el modo estratégico con el que me pude hacer con él. Esa foto va a quedar para la prosperidad, sobre todo por la hora y media que tardé en hacerme con el endemoniado cromo. La otra medida hora que estuvimos allí fué, obviamente, para que mi novia pudiera conseguirlo también. Tardamos porque había gente a la que le tocaba pero, era bastante obvio, también querían tener ese cromo ellos. Al contrario, había gente a la que no le tocaba pero que, al no estar interesada en hacer la colección, nos daban todos sus cromos. Así conseguimos hacernos con un buen taco de cromos repetidos, entre los que incluso se encontraba el número tres un par de veces (la que también nos había costado conseguir anteriormente). Ese taco nos sirvió para cambiarlo entero por Eleven cuando una persona que lo consiguió se vio tentada por mi oferta. Seguramente después se arrepentiría, pero nosotros nos salimos con la nuestra (tras dos horas).
Después de la gran hazaña de completar la colección (muy difícil de conseguir, ya que solo se podían obtener sobres en este tipo de eventos) llegó la hora de la clase de iniciación a Ludosport. Duró aproximadamente cuarenta y cinco minutos, los cuales se pasaron volando. A pesar de tener un montón de elementos relacionados con Star Wars, es realmente un deporte en sí y tiene una fama a nivel mundial. Me encantó la experiencia, desde entonces tengo más ganas de apuntarme. Como ya he dicho, publicaré un post hablando de este actividad más detalladamente. Después de eso, pasé el resto de la tarde paseando por allí y haciendo fotos a todo lo que podía y sacándomelas a mí con todo aquel que fuera de cosplay. Exceptuando un rato que pasé jugando al "Overwatch", no hice nada en especial.
He de decir que iba siendo hora de que hubiera un evento como es la Cómic Con, a nivel internacional, aquí en España. Como bien he mencionado al principio de este post, un único pabellon se ha quedado pequeño para la magnitud del mismo. Había menos gente que en la pasada Gaming Experience, pero al estar más apelotonada daba la sensación de una mayor asistencia. Había más cosas para ver que para hacer, pero no por ello resultaba aburrido ni mucho menos lo veías todo en poco tiempo. Teniendo en cuenta esto (la falta de más actividades y el que sea un único pabellón) y sumándole el que este evento tenía una hora más de duración de lo normal, fue precisamente esa hora la que me sobró, es decir, el evento duraba doce horas pero yo solo estuve allí once (cerraban a las 21:00 y me fui a las 20:00). Hay que tener también presente que este evento, hasta hace tan solo dos años, era la Expocomic. A este último asistía mucha menos gente, por no mencionar que, obviamente, no tenía tanta importancia ni influencia internacional. No sé cómo fue la Cómic Con del año pasado, al igual que con la Gaming Experience no pude asistir, pero la de este año me ha sorprendido bastante. En resumen, a excepción de las pocas cosas mejorables (espacio, actividades, precios, etc.) me ha gustado mucho más que cualquier Japan Weekend o Expomanga a la que haya asistido. Ha sido una experiencia inolvidable, habrá que ver si se sustituye el año que viene.
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