Chainsaw Man – La Película: Arco de Reze (review con spoilers).

Hace apenas unos días se estrenó Chainsaw Man - La película (El arco de Reze), una adaptación tremendamente esperada que, ya lo adelanto, no ha decepcionado en absoluto.

Antes de nada, quiero incidir en que esta review contendrá algunos spoilers sobre la película y el contenido anterior a la misma. Sin embargo, no diré nada al respecto del resto del manga en general o sobre lo que está por venir en la historia.

Empiezo comentando el simpático opening que abre la película, una canción llamada Iris Out, que nos anima a movernos con ese ritmo tan frenético que tiene, completamente a la altura de Kick Back, la primera canción que representó esta serie, ambas realizadas por Kenshi Yonezu.

Y es que con esos colores, esa chispa e incluso Pochita bailando… ¿qué podría salir mal?

Pues lo cierto es que bajo toda esta locura, perversión y escenas divertidas, se esconde una verdadera tragedia.

Esta película nos lleva de vuelta con Denji, un adolescente de 16 años que acaba de descubrir lo que es tener cosas tan básicas como comida diaria y un lugar donde dormir, justo después de volver a la vida gracias a Pochita, el demonio que lo acompaña desde niño y se convierte, de ahora en adelante, en su corazón. Gracias a esta recién adquirida comodidad, Denji también empieza a sentir interés por las mujeres y, más concretamente, por Makima, que lo adopta en la Seguridad Pública como si de un perro se tratase, utilizándolo a él y a su nuevo poder de la manera que le resulte más conveniente.

Recordando todo esto y bajo el contexto de toda la brutalidad y acción de la temporada previa, esta vez la trama se centra en algo nuevo para la sucia mente de nuestro protagonista: el amor.

Y es que, tras una cita con Makima, Denji percibe que no siente las cosas como los demás y se pregunta si realmente tiene corazón. En medio de este dilema, recibe una flor por hacer una buena acción y acaba regurgitándosela a Reze (muy romántico, lo sé), a la que acaba de conocer de manera fortuita mientras se refugian de una lluvia intensa. Ella le invita a visitarla en la cafetería en la que trabaja, y Denji empieza a ver más posibilidades más allá de Makima.

Reze lo trata de una manera cercana, amigable, le pregunta por su vida y su situación actual, cosas que nunca nadie había hecho por él. Cuando se entera de que no ha ido al colegio, decide colarse por la noche en uno para simular la experiencia e incluso le enseña a nadar en una piscina, creando un ambiente íntimo e inocente.

Aunque Reze es realmente un demonio que también busca conseguir el corazón del motosierra (Pochita, en realidad), se crea un vínculo innegable entre ambos y, después de una pelea cuanto menos explosiva, la derrota de Reze acaba quedando clara cuando es el propio Denji quien la salva de la muerte. Ella cuestiona su decisión y le dice que todo fue un teatro para conseguir lo que quería, pero queda claro que en realidad sí sentía algo por él.

Y es que Reze también fue una niña con una infancia cruda e injusta; tampoco pudo ir al colegio y lo entiende en más aspectos de los que él puede imaginar. Por eso mismo decide no coger su tren en el último momento, con la misma flor que los unió la primera vez entre las manos. Aunque va a su encuentro, nunca llega a reunirse con él por culpa de Makima, que la intercepta a medio camino y deja de nuevo clara su posición de poder, condenando a Denji una vez más, dejándole esperar hasta el cierre de la cafetería en la que se conocieron y reafirmando su pensamiento de que nadie le quiere por nada más que por el poder de Pochita, acabando con toda posibilidad de una historia de amor real para él.

Quiero mencionar superficialmente la cantidad de escenas que nos hacen reír y aligeran la carga emocional de la película, así como la presencia de personajes como Aki o Beam, que bajo mi punto de vista son muy entrañables y aportan personalidades muy distintas, con las que nos podemos identificar y que se hacen querer tanto en esta película como en el resto de Chainsaw Man en términos generales.

Visualmente hablando, lo primero que me llamó la atención fue que, como previa lectora del manga, me sentí completamente inmersa en él. Ya fuera por la presencia de momentos exactos de ciertos paneles, por los colores (que se usan con exactitud en referencia a algunos momentos clave del arco) o porque simplemente siguen los hechos de la misma forma.

Al margen de eso, hay muchos recursos metafóricos que nos guían en la historia, nos ayudan a entenderla y aportan mucho en lo que a sensaciones y comprensión se refiere: la flor que comparten, la mariposa y la araña en la escena de la piscina o la fábula del ratón de campo y el ratón de ciudad, en la que el primero prefiere una vida sencilla y segura, mientras que el otro se arriesga constantemente a cambio de recursos más valiosos; al contrario que la mayoría, es lo que Denji elige.

Por otro lado, me resulta fascinante el trabajo de MAPPA con la animación de esta película, puesto que imita a la perfección el dibujo original de Fujimoto en el manga y utiliza ese estilo un poco más sucio o imperfecto de una manera muy inteligente, dándole un toque increíble bajo mi percepción.

También quiero añadir que admiro profundamente la cantidad de explosiones y efectos en combate que han tenido que animar en esta película, y que este estilo del que hablaba ha favorecido todavía más el resultado.

Tampoco puedo dejar sin mencionar la increíble banda sonora, obra de Kensuke Ushio, que repite de nuevo con esta serie y participa en otras obras destacadas como Dandadan o A Silent Voice, aportando una sensibilidad y una percepción de la historia completamente nuevas.

Hay muchos más detalles y capas de profundidad en esta película, pero para concluir tengo que decir que me ha hecho reconectar con la historia, entenderla y conectar con ella muchísimo más. Ha superado mis expectativas con creces, hasta el punto de seguir dándole vueltas a lo que simboliza incluso unos días después de verla.

Ojalá esta review os haya removido un poquito y os haya dado ganas de verla de nuevo y analizarla tanto como a mí.

¡Gracias por llegar hasta aquí y nos vemos en la próxima!

SYLVERICE