Arnold Schwarzenegger y Jim Lee reinan en el gran cierre de la Comic-Con Málaga 2025. Crónica del domingo 28 de septiembre.
- AKAIBARA BONNY
- 16 oct
- 3 Min. de lectura
El cuarto y último día de la San Diego Comic-Con Málaga no fue una simple despedida: fue una celebración rotunda del entretenimiento, del arte y de los fans. Si la emoción ya venía creciendo desde el jueves, el domingo explotó en una jornada cargada de momentos inolvidables. Las grandes estrellas se hicieron presentes, los pasillos rebosaban creatividad y se consolidó la sensación de que Málaga, por unos días, se convirtió en el centro del universo pop.
De Conan a Terminator: el viaje vital y artístico de Arnold
Uno de los momentos más esperados del evento tuvo lugar en el Hall M, con Total Recall, la masterclass de Arnold Schwarzenegger, presentada por Álex de la Iglesia y con la presencia especial de Antonio Banderas
Arnold, visiblemente emocionado, recibió un premio especial por parte de la organización, mientras recordaba sus inicios en España hace 45 años con Conan el Bárbaro, la película que lanzó su carrera internacional. Fue Banderas quien le dio paso en el escenario y le entregó el galardón ante una sala abarrotada.
Durante la charla, Schwarzenegger hizo un repaso minucioso y potente de su trayectoria, desde el culturismo hasta la política, pasando por la acción y la comedia. Habló de la influencia de directores como John Milius y James Cameron, revivió anécdotas de rodajes como Terminator y se refirió con humor a su histórica “rivalidad amistosa” con Stallone.
También puso en valor su faceta cómica en películas como Twins o Kindergarten Cop.
“No hay enemigos, solo diferentes formas de pensar. Dejemos el mundo mejor de lo que lo encontramos.” — Cerró Arnold, dejando un poderoso mensaje medioambiental y de unión social.
Jim Lee conquista la Comic-Con de Málaga con arte en vivo y reflexiones sobre el cómic
El legendario dibujante y presidente de DC Comics, Jim Lee, fue otro de los grandes protagonistas del día y, sin duda, de toda la convención. En un panel multitudinario y lleno de energía, Lee combinó arte en directo, anécdotas personales y reflexiones profundas sobre el medio.
Contó entre risas que había llegado desde Cartagena tras desembarcar de un crucero, conduciendo más de cuatro horas para estar presente:
“Ha valido la pena, es un lugar hermoso”, comentó.
Durante su charla, defendió que las emociones de los personajes son el corazón de cualquier página de cómic, compartió su amor por Batman, discutió el eterno dilema de los pantalones rojos de Superman y discrepó con el análisis de Tarantino sobre Clark Kent.
Advirtió sobre los retos de la inteligencia artificial en el arte y expresó su deseo de explorar nuevos géneros como la fantasía o la ciencia ficción. Con cercanía, humor y humildad, demostró por qué sigue siendo una figura clave en el cómic contemporáneo.
Más allá de los paneles: cosplay, emoción y participación masiva
El ambiente del domingo en el FYCMA fue una auténtica fiesta de cultura pop. Los pasillos rebosaban creatividad, especialmente gracias a la espectacular participación de cosplayers de toda España y otros países. Muchos trajes estaban hechos a mano o diseñados con impresión 3D, mostrando una dedicación impresionante.
El evento congregó a un público muy diverso, desde familias con niños hasta fans veteranos del cómic, la animación, los videojuegos y el cine fantástico. Algunos lo definieron como “la experiencia más cercana a San Diego que hemos vivido en Europa”.
Málaga como capital pop europea (aunque con retos por resolver)
La SDCC Málaga cerró con cifras que superaron todas las previsiones: más de 120.000 asistentes y un impacto económico estimado en 50 millones de euros. Sin embargo, también hubo sombras. Las largas colas, problemas de acceso y fallos de organización generaron críticas, especialmente el domingo, cuando muchos no pudieron entrar al recinto o ver a Schwarzenegger, pese a tener entrada.
El alcalde de Málaga y la organización reconocieron públicamente estos errores, anunciando mejoras y una revisión completa de la logística para futuras ediciones.
A pesar de ello, el evento transformó a Málaga por unos días. Muchos visitantes aprovecharon para hacer turismo, lo que reforzó la imagen de la ciudad como destino cultural. También destacaron espacios como la Ludic Plaza, las zonas de gaming y los pasillos del Artist Alley, que acercaron a creadores con el público de forma directa.
Conclusión: Un cierre con sabor a futuro
El domingo cerró una convención histórica. Con sus aciertos y errores, la SDCC Málaga logró colocar a la ciudad en el mapa internacional de la cultura pop. Fue una apuesta valiente, ambiciosa y con alma.
Los fans se marcharon con bolsas llenas de cómics, merchandising exclusivo, fotos memorables… y la sensación de haber sido parte de algo grande. Ahora, con la vista puesta en 2026, Málaga tiene el reto de consolidar lo que ha comenzado: convertirse en la capital pop europea.
Akaibara Bonny
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