Durante este año 2021, tanto Walt Disney Pictures como Disney Pixar han estrenado películas nuevas y originales que a más de uno nos han dejado con la boca abierta y con los ojos soltando chiribitas. Entre los estrenos mundiales, podemos encontrar Raya y el último dragón, Cruella, y Luca, cada una con un estilo, trama e intención diferentes.
Comenzando con Raya y el último dragón, es la más reciente de las originales de Walt Disney Pictures. En ella podemos observar cómo Disney lo ha vuelto a hacer, explotando al máximo la animación 3D para traernos paisajes de lo más realistas y personajes con sus rasgos característicos de siempre (sobre todo al ser una nueva princesa Disney); los ojos, la forma de la cara, etc. Este tipo de rasgos físicos tan propios de las películas 3D de Disney podemos verlos también en películas anteriores como Moana / Viana (2016), Frozen (2013), o Enredados (2010).
La trama de la película es totalmente nueva, a pesar de que tiene elementos que recuerdan a otras (sobre todo a Frozen II, de lo que ya hablaré otro día), con lo que se añade al elenco de Princesas Disney la propia Raya, siendo esta la hija del jefe del clan de Corazón, una de las cinco zonas del reino de Kumandra. Este lugar, Kumandra, se dividió con la desaparición de los dragones, quienes antes proporcionaban agua y vida por todo el reino. Está en la mano de Raya y sus acompañantes encontrar al último dragón para restaurar la paz entre los clanes.
Raya y el último dragón es una película no solo interesante y con una trama sencilla pero curiosa, sino una exposición del talento de Disney respecto a la animación, creación de paisajes y detallismo. Simplemente, quien no la haya visto, que lo haga ya.
Seguimos con Cruella, una precuela a la clásica película de animación Disney, 101 dálmatas, en forma de Live Action protagonizada por Emma Stone y Emma Thompson como antagonista. Creo que es obvio y que todos podemos afirmar que Disney tuvo claro durante la creación de esta película que su target iba a ser otro distinto con respecto al que están acostumbrados. Siendo una compañía que crea películas infantiles, Cruella resulta ser bastante oscura y adulta, tratando temas que en sus películas clásicas tendían a evitar o suavizar, como la locura, la pobreza, el asesinato y, por tanto, la propia muerte. Resulta evidente que esta película ha sido hecha para aquellos que disfrutaron de 101 dálmatas de pequeños en su momento (que son en su mayoría adultos ahora), y que conocieron a Cruella como la villana que era, y no tanto para los que podrían estar disfrutándola ahora y aún son niños.
Cruella sigue la vida de Estella, una joven genio huérfana que vive en la pobreza con sus dos amigos, Horacio y Gaspar, que desea triunfar en la industria de la moda en los años 70. Esta película nos explica el origen de esta villana tan conocida, Cruella de Vil, y su transición personal y psicológica, con más de una sorpresa inesperada. Diría, como perspectiva personal, que la primera mitad de Cruella recuerda mucho a El diablo viste de Prada, para finalmente dar una vuelta a algo un poco más oscuro en la siguiente mitad, donde finalmente comprenderemos qué llevó a Estella a ser Cruella.
Finalmente, el último estreno en Disney +, traído de la mano de Pixar, Luca (Madaleno el niño sireno, para los que no sepan inglés). Luca es una película de animación, claramente creada por Pixar con un estilo de dibujo único que nunca antes habían mostrado (Pixar sigue con su encanto de mostrar distintos estilos artísticos a lo largo de los años en sus metrajes, gracias a Dios).
En esta película, ambientada en un pueblo italiano ficticio llamado Porto Rosso en los años 50-60, conocemos la historia de Luca Paguro, un monstruo marino que vive con la curiosidad de qué habrá al salir del mar. Luca entonces conoce a Alberto Scorfano, otro monstruo marino con el que entabla una fuerte amistad (y, por mucho que se niegue, amor), y le anima a salir con él a la superficie a conocer el mundo exterior. Esta tierna película de Pixar nos recuerda cómo es guardar un gran secreto entre amigos, y cómo es sentirse diferente y en constante peligro por mostrarte ante el mundo como lo que realmente eres.
Habrá quienes lo desmientan y hagan berrinches, pero está claro que Luca es la primera película de Pixar con representación LGTB, aunque desgraciadamente sea encubierta y metafórica. El amor que muestran Luca y Alberto entre ellos, dispuestos a protegerse de los humanos en más de una ocasión, de ciertas escenas en las que se muestran celosos, además de la escena final (no quiero hacer spoiler pero, en serio, si no consideras eso gay, deja de leer este post), es más que suficiente para entender que, entre ellos, es fácil que exista algo más que una simple amistad.
Luca es una película conmovedora, tierna, y con momentos divertidos, creada para explicar situaciones del mundo real, de la vida cotidiana, que existen y que pueden llegar a ser realmente duras y complicadas. Es un pequeño foco para alumbrar ciertos temas que necesitan solución, empezando por la educación de los más pequeños. Si estás pensando en verla pero no lo tienes claro, te invito a que lo hagas. No te vas a arrepentir.
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